Uno de los territorios más extensos del Principado de Asturias
Allande
El bello concejo de Allande se encuentra situado en la zona occidental del Principado de Asturias, formando parte del partido judicial de Tineo, y cuya capital es Pola de Allande. Allande, Ayande en bable, está constituido por un total de 17 entidades parroquiales, forma de organización común tanto a la Comunidad Autónoma de Galicia como a Asturias.
Allande y sus habitantes vivieron con intensidad la Prehistoria y la Edad Antigua, y de ello da fe el Castro de San Chuis, testimonio de la Edad de los Metales, y también de la ocupación romana en pos de la ‘fiebre del oro’ que el Imperio vivió en la zona. La Edad Media la representa el imponente Palacio de Cienfuegos, que despliega su poderío sobre la capital del concejo, un pueblo afable y abierto donde se puede disfrutar de la gastronomía, la cultura y las tradiciones.
Además, Allande es tierra de extraordinaria riqueza agrícola y ganadera, es tierra de grandes casas de labranza y una de las cunas de la mejor ternera asturiana, es tierra de grandes espacios protegidos donde se puede vivir la naturaleza en estado puro, y es tierra también de gentes valerosas que viajaron a ultramar y fruto de la fusión cultural al otro lado del océano es la arquitectura y cultura indiana que destila el municipio, algunos de cuyos ejemplos pueden contemplarse en la propia capital del concejo.
RR,esu
Monumentos y lugares de interés
Asturias es generosa en paisajes, aunque el concejo de Allande está catalogado en su mayor parte como Patrimonio Natural.
- Senda de pequeño recorrido PR-AS-248 o «Senda de los molinos». Comienza en Pola de Allande y finaliza en el Área recreativa de «Campo del Río», a su paso por las aldeas de Valbona y Figueras. Los apartamentos rurales de Casa El Rey-12 se encuentran en el kilómetro 2+600 «.
- Figueras, la aldea de los apartamentos rurales. La pueblan 14 caserías cuyas edificaciones principales se caracterizan por sus grandes dimensiones. Las más antiguas fechan su construcción a finales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX. Se componían de establo para el ganado, en la planta baja, vivienda familiar en la segunda planta, y pajar o henil en la tercera planta, bajo el tejado. Tal distribución tiene un fin meramente práctico. Los establos se ubicaban bajo la vivienda para aprovechar el calor que los animales domésticos desprendían, «una energía radiante de poco rendimiento, pero barata». Los pajares o heniles se ubicaban sobre la vivienda porque una vez llenos de paja aislaban del frío en invierno y del calor en verano. Además, el heno dispuesto en «el bajo cubierta» seguía su proceso de secado durante el período de almacenamiento. Hoy día, los usos de las viviendas son otros, sin embargo sus habitantes las mantienen y conservan, al igual que conservan las costumbres que hasta el momento han permitido mantener el entorno. En este sentido, se sigue haciendo un aprovechamiento racional del campo, alternando zonas de huerto y pasto para el ganado que las circundan vastas extensiones de bosque, como si de una barrera natural protectora de la aldea se tratara.
- Área Recreativa de «Campo del Río». Aquí termina la senda PR-AS-248, a escasos 1.100m de los apartamentos rurales. Dispone de bar, parrillas varias, campo de fútbol y zona de juegos infantiles. En ella también está la capilla de San Cristóbal y San Lorenzo, motivo por el cual se celebran sendas romerías en honor de los Santos mencionados, el segundo domingo de julio y segundo domingo de agosto respectivamente. Los habitantes de Figueras y otras aldeas de Allande, Cangas del Narcea y Tineo se reúnen en el «campo de la fiesta», y en el que no falta el acordeón y la sidra.
- Roble centenario conocido en Figueras como “Rebochón” por sus grandes dimensiones. Se encuentra al lado de la senda PR-AS-248 a su paso por Figueras y justo al lado de los apartamentos rurales Casa El Rey-12.
- El “Castañón de Casa El Rey”: castaño centenario que presenta un tronco con perímetro de 8,1 metros. También se encuentra en la senda PR-AS 248.
- Bosque de la Fuente del Fraile: consiste en un bosque de hoja caduca a base de castaños y robles con más de 100 años de antigüedad que alberga en su espesura una “arandanera” natural. La senda PR-AS-248 atraviesa su espesura y está a escasos metros de los apartamentos rurales.
- Mina en túnel ejecutada en los años 50 para el abastecimiento de agua potable a la Casería «Casa El Rey». Tiene 82 m de longitud y es visitable en sus primeros 15 m. La entrada se encuentra en el edificio de recepción.
- Visita exterior a la Casa de la Torre (propiedad privada), ubicada en la localidad de San Emiliano, edificio civil que data del siglo XVI.
- Yacimiento arqueológico del Castro de San Chuis, en la parroquia de Beduledo. Distancia: 11,5 km
- Iglesia de Santa María de Celón, que data del siglo X y XI, de estilo románico. Distancia: 9,5 km
- Vista exterior Palacio de Peñalba-Cienfuegos en Pola de Allande (propiedad privada), obra de los siglos XIV y XV. Distancia: 7,5 km
- Iglesia parroquial de San Andrés en Pola de Allande, erigida en el siglo XVI, con añadidos de estilo neogótico. Distancia: 9,5 km
Fiestas y tradiciones
- Mercado tradicional y de ganado: todos los 18 de cada mes, en Pola de Allande.
- Fiesta de San Antonio en Pola de Allande, que se celebra el 13 de junio.
- Fiesta de San Cristóbal, en el área recreativa «Campo del Río» durante el segundo domingo de julio.
- Fiesta de San Lorenzo (patrono de Figueras), en el área recreativa «Campo del Río» durante el segundo domingo de agosto.
- Romería Campestre en Bedramón, celebrada el 15 de agosto.
- Fiesta de Nuestra Señora del Avellano, que se celebra del 7 al 9 de septiembre.
Ruta hasta el yacimiento arqueológico del Castro de San Chuis
El castro de San Chuis se localiza en las inmediaciones surorientales de la localidad de San Martín de Beduledo, parroquia de Santa María de Celón, concejo asturiano de Allande. Al Sur se encuentra el núcleo de Santa Eulalia, mientras que hacia el Sureste se localiza el de Pumar.
En concreto, el asentamiento se instala en uno de los altos (el más elevado del entorno, con una altitud máxima de 783 m) que salpican la línea de cumbres aplanadas que conforman el cordal que separa los valles de los ríos Prada (al Norte) y Abaniecha (al Sur), tributarios ambos del Nisón, afluente del Arganda, que a su vez desemboca en el Narcea por su margen izquierda.
Casa de la Torre
La Casa de la Torre constituye un elemento arquitectónico que se inserta adecuadamente en el pueblo de San Emiliano de Allande (Asturias, España). La construcción se levanta sobre un perímetro rectangular cuyo centro es la torre, en la que con las dos crujías forman un patio interior rodeado por un alto muro. A causa del desnivel del terreno, la torre y los dos cuerpos forman un piso más en el exterior, mientras que en el patio interior el espacio es más modesto.
Lo más significativo de esta construcción, a la que se le atribuye una cronología del siglo XVI, es la utilización de materiales autóctonos, mampostería a base de lajas de pizarra y sillar de pizarra para realce de puertas y ventanas que dan un color singular, pero lo que imprime originalidad a la Casa de la Torre es la cubierta de pizarra que, como un manto, cae sobre los distintos volúmenes de la edificación.
La torre está decorada por cuatro escudos.
Iglesia Santa Marina
La Iglesia de Santa María de Celón está formada por una única nave cubierta de madera y un ábside de planta rectangular provisto de un cañón apuntado, a lo que se añadió posiblemente en el s. XVI una capilla en el lado izquierdo de la nave a la que se accede a través de un arco sobre impostas de piedra. La entrada a la iglesia se puede efectuar por una puerta lateral o por una principal, decorada en estilo románico, con tres arquivoltas, mientras que la lateral sólo tiene un arco de medio punto sobre impostas. La decoración de capiteles y tallas (motivos vegetales y animales), es esquemática.
Construcción románica tardía del S. XIII, con excelente portada e imaginería: Nuestra Señora con el Niño (siglo XII), campana de 1. 222, y pinturas murales de mediados del XVI, realizadas por un artista que se conoce con el nombre de ‘Maestro de Celón’, que también dejó muestras de su arte en la iglesia de San Juan de Villaverde, próxima a Celón.
Palacio de Cienfuegos de Peñalba
En lo alto de una colina que vigila los avatares de la recoleta villa de La Pola (o La Puela, en su denominación autóctona), el palacio de los Cienfuegos, señores de Allande y condes de Marcel de Peñalba, protagoniza una de las estampas más portentosas de cuantas se puedan presenciar
Sobre la base de un primitivo edificio del siglo XIV, fue reedificado hacia 1520 por Rodrigo González de Cienfuegos, señor de Allande, sufriendo después diversas remodelaciones por lo que sólo se conserva de época gótica la parte baja. Fue muy reformado en el siglo XVIII por Baltasar González de Cienfuegos, su propietario, V conde de Marcel de Peñalba.
De marcado carácter defensivo, el palacio tiene planta en forma de L y está reforzado por tres sólidas torres, que le imprimen una gran monumentalidad. Estas torres, cubiertas a cuatro aguas, debieron de ser almenadas en origen y desmochadas al principio de la Edad Moderna. Las dos más antiguas son de planta cuadrada. La del extremo, de planta rectangular, manifiesta haber sido ampliada en época moderna para albergar las dependencias nobles. Y en el S. XIX se le añadió una galería de estilo popular, elemento tradicional en las casas asturianas.
Lago. Descanso del peregrino
Desde el punto de vista toponímico, el nombre de este pueblo se deriva de la laguna, antiguo embalse, que existe en sus proximidades, en el ámbito de una explotación romana de oro conocida como Carcabón de Orúa. Se trataba de un yacimiento minero en roca. Enclavado en al margen derecha del río del Oro, de donde se habría encontrado pirita de hierro aurífera en filones de cuarzo, abasteciéndose el tajo de agua procedente del mismo canal que llegaba hasta la Cueva de Juan Rata, en las proximidades del vecino pueblo de Montefurado.
Madoz describía Lago hace siglo y medio de la siguiente forma: “Combátenla los vientos y el clima es sano. El terreno es en general montunos y poco fértil si bien abunda en arbolado y en fuentes de buenas aguas”. La parroquia contaba entonces con 132 almas, que a día de hoy son únicamente 26, distribuidas entre los ocho pueblos que la conforman. Tan sólo cinco vecinos habitan de forma permanente en Lago.
Corondeño, municipio independiente
Si el acceso es sugerente, la primera vista sobre el caserío no dejara a nadie indiferente. El conjunto es armonioso y rebosa autenticidad. Está plagado de excelentes construcciones tradicionales que no desmerecen en absoluto de las que abundan en otros pueblos tan emblemáticos como San Emiliano, casonas de piedra, corredores de madera, portadas con sus tejadillos de pizarra, sobrios remates de piedra en los negros losados infinidad de paneras y hórreos, sumado todo ello al paisaje y al paisanaje. Un pasaje que domina a frente la sierra de Muriellos y la localidad de Is, entre más extensas y verdes praderas, y un paisanaje que tiene sobradas razones para sentirse orgulloso de su pasado.
Braña de Cabral
Desconocido para la inmensa mayoría de los asturianos, al oeste del Alto de la Marta y muy próximo al Camino de Santiago Primitivo se encuentra una maravilla de bosque quemada tiene que envidiar a otras masas forestales asturianas de más renombre. Es un pequeño huyendo mixto, en el que crecen muchos acebos y robles centenarios, además de otras especies menos visibles, como jóvenes tejos, Aunque ya hay una ruta señalizada que lo cruza, aquí se va a describir una ruta circular, mucho más práctica para los que sólo llevan un vehículo y que permite recorrer el interesante valle de Santiellos. Este itinerario supone tener que cruzar unos doscientos metros de densa maleza, pero el premio es poder realizar una completa y variada ruta.
Inicio de Ruta: Cabral
640 m Km. 0
GPS 29T 686180 4797140
Medio kilometro antes de llegar al oculto pueblo de Cabral aparece en la única carretera de acceso, el barrio de Valdegallía. En el interior de la curva que forma allí la carretera se deja cómodamente aparcado el coche. Entramos en Valdegallía por el camino por el que luego saldremos y que tras la última edificación comienza a descender muy suavemente, pasando bajo un colmenar y atravesando una sólida cancilla de madera. El bosque que nos recibe por la derecha contiene robles, castaños, acebos, abedules e incluso algún alcornoque. El agua comienza a correr por el suelo y en el desvío que encontramos seguimos de frente. El otro ramal es el que baja al arroyo de Santiellos y será por donde luego hagamos el regreso. Ahora comenzamos a subir ligeramente, cruzamos un arroyo en un tramo con mucha piedra y unos metros después, cuando veamos un nuevo colmenar, al que el camino se dirige con mayor pendiente, tenemos que abandonarlo para seguir de frente por el sedero que allí empieza.
Santa Coloma. El tejo milenario
Decía Madoz en su Diccionario Geográfico de 1845, refiriéndose a la parroquia que nos ocupa, que “el terreno es quebrado y estéril en su mayor parte, rodeado de montañas en las cuales se crían robles, hayas, ojos t otros arbustos, con algunos sotos de castaños. Los caminos locales son malos. Produce centeno, maíz, castañas y yerbas de pasto; se cría ganado vacuno, lanar. Y cabrío; hay caza de corzos y bastantes animales dañinos, como osos, lobos y jabalíes”. Algo ha cambiado desde entonces. El oso y el centeno han desapercido del mapa, pero el terreno, quebrado y tortuoso, sigue dificultando los buenos accesos a la zona, habiéndose incrementado el despoblamiento a lo largo de este último siglo de forma exponencial.
El pueblo de Santa Coloma es cabeza de la feligresía del mismo nombre, y a pesar de que reúne bajo la protección espiritual de su templo a los files de 17 aldeas, nadie lo diría a primera vista, a tenor de su aspecto modesto y de su menguada población de 3 habitantes. Hasta el cementerio y l a antigua escuela están en el vecino pueblo de Penouta, mientras que las mayores atracciones de Santa Coloma, que son su templo y el anciano tejo que crece a su lado, se encuentran semiocultos y retirados del núcleo habitado, formado éste por un puñado de esas entre las que destacan, por sus dimensiones, la del Teniente, y por su panera, la casa Rectoral, con dos rosetas del siglo XVIII.
Con la colaboración del grupo de acción local VALLE DEL ESE-ENTRECABOS, n el desarrollo de la Medida LEADER M19.2 del PDR 2014-2020 del Principado de Asturias.